Breve historia de la evolución de la cámara contax
Zeiss Ikon se convirtió en el gigante óptico que es a día de hoy gracias a esta cámara. Más concretamente, a la Contax I y sus sucesoras: la II y la III.
El primer modelo surgió el año 1932 y fue todo un éxito entre los fotógrafos de la época. Se diseñó con la idea de solventar algunos de los problemas que presentaban las cámaras Leica II.
A diferencia de esta, el modelo de Zeiss constaba de un enfoque más preciso gracias a su telémetro de base larga y el obturador de metal vertical no sólo permitía una mayor velocidad sino que eliminaba el problema de la quema de las cortinillas, que también son de metal. Además, esta cámara tenia la parte trasera extraíble, con lo que era más sencilla la carga y descarga del carrete de 35mm.

En el año 1936 Zeiss lanzó la Contax II, un modelo mejorado de su antecesora. Fue la primera en incorporar la telemetría y el visor en una misma ventana.
A partir de este momento, la cámara Contax II supero a Leica, convirtiéndose en la mejor opción entre los profesionales y dejando la cámara de Leitz para aficionados adinerados. Desafortunadamente, esta cámara tuvo una producción muy descontinuada a causa de la Segunda Guerra Mundial.

Por último, la Contax III, que salió el mismo año que la II, presentaba algunas mejoras respecto a la anterior. La más destacable es el fotómetro de selenio, que permitía medir la luz y ayudaba a saber a qué velocidad disparar.

Una vez revisada su historia y sus características, podemos decir que la Contax es una cámara menos conocida que la Leica, pero de una calidad similar o superior en muchos sentidos. Si estás pensando en comprar una, te animamos a ello.